A pesar de la tensa situación de seguridad, el jefe de la Inteligencia Militar de Ucrania participó en la comida de Chag • El presidente Zelensky, que asiste a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, envió a sus representantes • El Gran Rabino de Kiev, el rabino Yonatan Markovitch: “Precisamente bajo la sombra de la guerra, tiene un profundo significado que la comunidad judía se reúna y rece por un futuro mejor”.
En el contexto de otro asalto ruso a la capital ucraniana durante el Chag (un ataque que incluyó más de 150 drones suicidas) y mientras se debatía el futuro de Ucrania en la Asamblea General de la ONU, cientos de judíos se reunieron en el Centro Comunitario Judío de Kiev (JCC) para celebrar el Año Nuevo judío, junto con embajadores, miembros del parlamento y dignatarios locales.
En la primera noche de Rosh Hashaná, se celebró una cena festiva central bajo la dirección del Gran Rabino de Kiev, el rabino Yonatan Markovitch, con la participación de embajadores de todo el mundo, entre ellos representantes de España, Polonia, Austria, Israel, Azerbaiyán, República Checa, Letonia, Francia, Inglaterra y el cónsul estadounidense. A ellos se unieron parlamentarios ucranianos, el jefe de inteligencia militar y representantes del presidente, quien en ese momento se encontraba en Nueva York para la Asamblea General de la ONU.
Uno de los momentos más emotivos de las oraciones se produjo cuando un congregante, cuyo hermano había muerto en la guerra apenas unos meses antes, dirigió una sentida oración en nombre de las fuerzas de seguridad y rescate de Ucrania y por toda la población civil.
Durante Rosh Hashaná, el JCC organizó grandes comidas comunitarias junto con sesiones de Torá y tefilot festivas, a las que asistieron representantes de organizaciones judías e internacionales, líderes empresariales y miembros del gobierno local.
“Este año merecimos una celebración verdaderamente única”, dijo el rabino Markovitch, Gran Rabino y shliaj de Jabad de Kiev. “La comunidad judía se reunió en Rosh Hashaná para orar por un futuro mejor para Ucrania y para los judíos de todo el mundo. Precisamente bajo la sombra de la guerra, tiene un profundo significado que la comunidad irradie fuerza y fe al dar la bienvenida a un nuevo año que, con la ayuda de Hashem, traerá paz y tranquilidad”.
