Según un nuevo procedimiento, el Gabinete central, dirigido por el conservador Bart De Wever, debe aprobar cualquier observación sobre el Estado judío.
Las declaraciones del nuevo ministro de Asuntos Exteriores belga contradicen la sensación de un cambio de postura del gobierno belga sobre el conflicto israelí-palestino.
Por Canaan Lidor, JNS y European Jewish Press
Bajo el nuevo gobierno de centroderecha de Bélgica, el Ministro de Asuntos Exteriores debe recibir la aprobación del Gabinete para cualquier declaración sobre Israel.
Según el inusual procedimiento establecido por el gobierno del primer ministro Bart de Wever, el ministro de Asuntos Exteriores, Maxime Prévot, debe someter cualquier declaración sobre el Estado judío a la aprobación del Gabinete Central, un comité compuesto por De Wever y sus cinco viceprimeros ministros, según informó el diario flamenco De Standaard. Prévot se encuentra entre los cinco viceprimeros ministros.
Una fuente cercana al gobierno que habló con JNS bajo condición de anonimato dijo que esta medida era para garantizar que Bélgica “siga siendo justa” cuando habla de Israel.
El anterior gobierno de Bélgica, cuyo principal socio era el Partido Socialista, se encontraba entre los más antiisraelíes de la Unión Europea. Bajo su mandato, Bélgica anunció que intervendría a favor de la demanda de genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
La conservadora Nueva Alianza Flamenca de De Wever obtuvo el mayor número de votos en las elecciones de 2024 y formó una coalición de centroderecha. Los socios de la coalición, entre ellos el partido socialista flamenco Vooruit y el partido democristiano CD&V, acordaron dejar de lado sus diferencias respecto al Estado judío, según la fuente.
"El procedimiento sobre las declaraciones sobre Israel tiene como objetivo garantizar que mantengamos este equilibrio y no entremos en peleas sobre Israel, que no promoverían los intereses de los votantes belgas ni afectarían lo que sucede en el Medio Oriente", dijo la fuente.
Desde que el gobierno de De Wever asumió el cargo en febrero pasado, Prévot, que pertenece al partido centrista Les Engagés, ha hecho declaraciones que contradecían la sensación general de que el gobierno estaba adoptando una vía más "neutral" en el conflicto israelí-palestino.
En declaraciones a la prensa el mes pasado, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores criticó duramente la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de reasentar a los palestinos de Gaza, calificándola de "indignante, grotesca e impactante". "El desplazamiento forzado de las poblaciones de Gaza y Cisjordania constituye una grave violación del derecho internacional humanitario", declaró. "La estabilidad en Oriente Medio exige el pleno respeto del derecho internacional y la implementación de una solución de dos Estados", añadió.
El representante de Bélgica también expresó su profundo pesar por la emisión de la orden ejecutiva estadounidense que pretende imponer sanciones a la Corte Penal Internacional. "La CPI es un pilar central del orden mundial y desempeña un papel determinante en la lucha contra la impunidad. Bélgica ha apoyado a la CPI desde su creación y concede gran importancia al respeto de su independencia e imparcialidad. Bélgica sigue comprometida con la protección de la CPI y la limitación del impacto de estas sanciones".
Bélgica se ha convertido a lo largo de los años en un semillero de grupos propalestinos que durante las manifestaciones en Bruselas han expresado abiertamente su apoyo a los terroristas Hamás y Hezbolá.
Con el nuevo primer ministro, el cambio es significativo. Bart De Wever, que hasta el año pasado era alcalde de Amberes, una ciudad con una gran comunidad judía ortodoxa, ha desarrollado fuertes vínculos con la comunidad.
Prévot también deberá someter a la aprobación del Gabinete central cualquier declaración que desee hacer sobre Estados Unidos, dijo la fuente.
Por otra parte, cinco destacados miembros judíos de la Nueva Alianza Flamenca publicaron el martes una carta abierta en el periódico judío Joods Actueel de Bélgica en la que pedían “calma y serenidad en el debate sobre Oriente Medio y, sobre todo, más apoyo y comprensión para Israel”.
El núcleo del conflicto “sigue siendo que las voces palestinas radicales no quieren su propio estado junto a Israel, sino en lugar de Israel”, agregaron los coautores, entre los que se encontraban Joël Gemeiner, miembro del Ayuntamiento de Amberes, y Samuel Markowitz, miembro del consejo de distrito.