Las autoridades alemanas creen que Muslim Interactive, fundada en 2020, está afiliada a la organización global Hizb ut-Tahrir, que Berlín prohibió en 2003 por promover la violencia, incluso contra los judíos.
Berlín aplicará “todo el peso de la ley” contra cualquiera que pida un “califato en nuestras calles, incite al odio contra el Estado de Israel y los judíos de manera intolerable y desprecie los derechos de las mujeres y las minorías”, declaró el ministro del Interior, Alexander Dobrindt.
Las autoridades alemanas creen que Muslim Interactive, fundada en 2020, está afiliada a la organización global Hizb ut-Tahrir, que Berlín prohibió en 2003 por promover la violencia, incluso contra los judíos.
Las autoridades de seguridad alemanas ya habían catalogado a Muslim Interactive como un grupo extremista. Este grupo aboga por un califato mundial y rechaza el orden democrático consagrado en la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania.
En redadas realizadas durante la noche del martes, las fuerzas del orden registraron siete propiedades en Hamburgo y otras doce en Berlín y el estado de Hesse. El ministerio añadió que las redadas también se centran en otros dos grupos presuntamente extremistas: Generación Islam y Realität Islam.
En abril de 2024, el canciller alemán Olaf Scholz prometió que habría “consecuencias” después de que más de 1,000 personas participaran en una manifestación en Hamburgo organizada por Muslim Interactive que pedía la imposición de la ley islámica y el establecimiento de un califato.
“Está bastante claro que todas las actividades islamistas deben ser abordadas utilizando las posibilidades y opciones de nuestro Estado constitucional”, afirmó Scholz.
La entonces ministra del Interior, Nancy Faeser, declaró en aquel momento que “cualquiera que quiera un califato se ha equivocado de sitio en Alemania… Estamos adoptando una postura firme contra la propaganda terrorista islamista y el antisemitismo”.
