“Nuestra guerra no es contra el Líbano ni contra su gente, sino contra Hezbolá. Se lo hemos dicho claro a todos los miembros de la Unión Europea y de la región”, declaró Haim Regev a los periodistas en Bruselas.
"El principal problema que impide el fin de la guerra con Hamás son los rehenes. Esta guerra no concluirá hasta que ellos regresen sanos y salvos a sus hogares", afirma el embajador.
"Si no ganamos la guerra, Europa pagará el precio", dijo a los periodistas en Bruselas el embajador de Israel ante la UE y la OTAN, Haim Regev, mientras el mismo día las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaban el inicio de operaciones "limitadas y selectivas" contra Hezbolá en el sur del Líbano, apoyadas por artillería y fuerzas aéreas.
“Nuestra guerra no es contra el Líbano ni contra su pueblo, sino contra Hezbolá. Se lo hemos dicho claro a todos los miembros de la Unión Europea y de la región”, subrayó en una conferencia organizada por la Asociación de Prensa Europa-Israel (EIPA) con motivo del primer aniversario de las masacres del 7 de octubre cometidas por Hamás en el sur de Israel.
“Los medios de comunicación a menudo olvidan cómo empezó esta guerra, por eso debemos seguir poniendo de relieve los acontecimientos del 7 de octubre. Israel abandonó Gaza en 2005 con la esperanza de prosperar, pero Hamás eligió el terror en lugar del progreso. El principal problema que impide el fin de la guerra son los rehenes. Esta guerra no concluirá hasta que regresen sanos y salvos a casa”, añadió el embajador.
"Israel se enfrenta a múltiples amenazas en todos los frentes y ningún país europeo toleraría la situación que enfrentamos", afirmó.
Para Regev, la guerra contra Hezbolá es también una oportunidad para que el pueblo libanés “se libre de los terroristas”. “Estoy seguro de que si hubiera elecciones libres ahora mismo, el 60-70 por ciento de los libaneses rechazarían a Hezbolá”, afirmó.
Insistió en que Israel se centra en la lucha contra los terroristas y no contra la población local de cada región, y que sus operaciones militares también benefician a la Unión Europea.
En la misma conferencia, el ex miembro sueco del Parlamento Europeo David Lega criticó a la Unión Europea por presionar a Israel.
“Aunque la UE reconoce el derecho de Israel a defenderse, en la práctica no lo demuestra”, afirmó.
Lega, que ahora se desempeña como asesor principal de la Asociación Judía Europea (EJA) para Escandinavia, también criticó a Josep Borrell, el jefe saliente de política exterior de la UE, "que no representó las opiniones de la UE y optó en cambio por imponer su perspectiva personal".
Sin embargo, con la nueva composición del Parlamento Europeo, Lega cree que "hay una postura más unificada y pro-Israel". "Una relación fuerte entre la UE e Israel beneficia al mundo y debemos proteger a Israel, la única democracia en esta región volátil", dijo Lega.
El lunes, después de una reunión informal extraordinaria, los 27 ministros de Asuntos Exteriores de la UE pidieron un alto el fuego inmediato entre Israel y Hezbolá y que ambas partes "se comprometan a la aplicación plena y simétrica de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a fin de garantizar el retorno seguro de las poblaciones desplazadas de ambos lados como parte de una solución negociada más amplia".
''Las armas deben ahora silenciarse y la voz de la diplomacia debe hablar y ser escuchada por todos. El lanzamiento de cohetes y otros proyectiles por parte de Hezbolá hacia territorio israelí desde el 8 deth "El mes de octubre tiene que acabar. Hay que garantizar la soberanía tanto de Israel como del Líbano", declaró el responsable de la política exterior de la UE, Josep Borrell, tras la reunión ministerial.
Añadió que "cualquier otra intervención militar agravaría dramáticamente la situación y debe evitarse. Estamos muy preocupados por el riesgo de una mayor escalada del conflicto en toda la región e instamos a las partes de la región a que muestren moderación en aras de la distensión".