La Sala de Conciertos Real de Ámsterdam se negó a acoger dos eventos en los que participaría un cantor de las FDI, lo que llevó a los organizadores a emprender acciones legales.
“Estamos emprendiendo acciones legales contra la cancelación [de dos conciertos de B'nai Brith Janucá el 14 de diciembre] por parte del Royal Concert Hall”, escribió la Asociación de Conciertos de Janucá en un correo electrónico a sus miembros sobre la decisión del recinto de cancelar los conciertos anuales si en ellos participa el cantor Shai Abramson.
Según la Asociación, los representantes del Royal Concert Hall comunicaron que no están de acuerdo con la participación de Abramson porque tiene “un papel destacado en las FDI”.
La Asociación, que no ha llegado a cancelar los conciertos mientras se prepara para impugnar la prohibición en los tribunales, refutó esta caracterización y protestó por el intento del recinto de silenciar a los artistas, según escribió.
El título de Abramson como cantor jefe de las FDI significa que oficia ceremonias como parte de su servicio en la reserva, «un servicio que realizan cientos de miles de israelíes», escribió la Asociación. Añadieron que esto no implica que sea un representante destacado de las FDI.
Sin embargo, añadieron, el lugar “interfiere con el contenido litúrgico de nuestra celebración de Janucá, y no podemos aceptarlo. Nuestra programación, incluida la elección del cantor, forma parte de la libertad religiosa y cultural”.
Al cierre de esta edición, el Royal Concert Hall no había respondido a la solicitud de comentarios de JNS.
Esta no es la primera vez que el Royal Concert Hall se ve envuelto en una polémica relacionada con Israel.
En 2023, el recinto rechazó la solicitud de otro grupo cultural judío para organizar un evento benéfico para el servicio de emergencia judío ZAKA, que atendió a las víctimas de las atrocidades de Hamas el 7 de octubre de ese año.
El recinto solo permitió a los organizadores del evento benéfico celebrarlo si el dinero recaudado se repartía entre israelíes y gazanos a través de un grupo noruego antiisraelí, lo que llevó a ZAKA a desvincularse del evento a posteriori y a declarar que rechazaría los beneficios.
