Los cambios propuestos incluyen la mención explícita de “judíos y cristianos” como aquellos que están “condenados y se han descarriado”.
Por personal de JNS
Los cambios planeados en el currículo educativo de Siria, con una inclinación islamista, están generando alarmas en Occidente, especialmente después de las promesas de reforma e inclusión tras el derrocamiento del régimen de Assad.
Los cambios propuestos, que aún no se han implementado, incluyen la sustitución de términos como “camino del bien” por “camino islámico” y la mención explícita de “judíos y cristianos” como aquellos que están “condenados y se han extraviado”, lo que refleja una interpretación más estricta del Corán. Otros ajustes implican la eliminación de referencias negativas al Imperio Otomano y la revisión o eliminación de contenido sobre ideas no musulmanas, como la filosofía china y la evolución.
La reforma educativa, que afectará a estudiantes de entre 6 y 18 años, ha provocado un debate público en Siria y preocupación en el extranjero.
En respuesta a la reacción pública, el Ministerio de Educación sirio intentó calmar las preocupaciones, afirmando que “los planes de estudio en todas las escuelas de Siria permanecerán sin cambios hasta que se formen comités especializados para revisarlos y auditarlos”.
Los cambios se producen después de un cambio de liderazgo tras el derrocamiento del presidente sirio Bashar Assad, con el nuevo gobierno teniendo vínculos con facciones islamistas, incluida una que formó una filial de Al Qaeda en Siria durante la guerra civil.
“En los últimos días se ha hablado mucho sobre el futuro del plan de estudios sirio”, dijo a JNS el miércoles Marcus Sheff, director ejecutivo de la ONG Impact SE, con sede en Londres, que supervisa los libros de texto. “No está claro qué se enseñará en el nuevo régimen”.
Este cambio en Siria contrasta marcadamente con los esfuerzos de otras naciones de mayoría musulmana, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, que han tratado de revisar los libros de texto para remove representaciones negativas de judíos, cristianos e Israel, lo que indica un movimiento hacia una educación más inclusiva.